Propiedades físicas
Los metales alcalinos y los metales alcalinotérreos se componen de elementos comunes tales como el sodio, potasio, magnesio y calcio. Los compuestos formados por estos metales toman sus nombres de ellos. Son altamente solubles en agua y los álcalis formado a partir de ellos crean compuestos altamente jabonosas cuando se combinan con agua. Los álcalis se utilizaron por primera vez por los seres humanos para hacer jabón debido a su deslizamiento sobre la piel. En concentraciones más altas pueden ser cáusticos y causar quemaduras químicas, por lo que es importante tener cuidado al usarlos.
Reactividad
Todos los metales alcalinos y alcalinotérreos son altamente reactivos, más aún con los elementos con números atómicos mayores que aquellos con números más bajos. Esto significa que tienden a perder un electrón para tener una carga general positiva, y se unen con halógenos, tales como el cloro. La sal de mesa es un ejemplo de uno de los compuestos que se forman así como otros tipos de sales.
Aplicaciones
Los metales alcalinos son tan reactivos que nunca se encuentran en su estado natural puro. Cuando se combinan con agua reaccionan con tanta fuerza que pueden provocar una pequeña explosión. En el agua esta reacción forma hidróxidos, tales como el hidróxido de sodio y el hidróxido de potasio. Los nombres comunes de estas sustancias incluyen la lejía, la sosa, la potasa o alumbre y la cal. Se han utilizado por los seres humanos para la limpieza y para la fabricación durante siglos.
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